Michelle Bachelet’s Government: The Paradoxes of a Chilean President

Abstract

The purpose of this article is to explain the contradictions in Michelle Bachelet’s presidency by focusing on the paradoxical nature of presidential power, the limits on the executive in the Chilean constitution, and how those limits affected President Bachelet’s government. At the outset of her presidency, she faced the problem of wanting to promote inclusive policies while simultaneously experiencing political pressure to maintain elite consensus. Due to institutional and political constraints, Bachelet’s rhetoric of inclusion could not be realized, and she eventually decided to opt for the more traditional elite consensus approach. In our view, the emphasis on achieving elite consensus produced contradictory results. It sustained Bachelet’s personal image as a national leader, but limited her ability to get effective legislation passed. Indeed, the Concertación itself was blamed for inaction rather than the president as an individual.

El propósito de este artículo es analizar las contradicciones que se dieron durante la Presidencia de Michelle Bachelet. El artículo se enfoca en la naturaleza paradojal del poder presidencial, los límites que la constitución Chilena impone sobre el poder ejecutivo, y presenta un análisis de cómo esos límites afectaron al gobierno de la presidenta Bachelet. La Presidenta se vio, desde un principio, en la necesidad de escoger entre promover políticas de inclusión o mantener el consenso entre las elites. Dadas las limitaciones institucionales y políticas, la retórica de inclusión no se transformó en una realidad y ella escogió una política tradicional de consenso que favoreció a las elites. Desde nuestro punto de vista, el énfasis en lograr un consenso que favorecía a las elites produjo resultados contradictorios ya que, por un lado, sostuvo la imagen personal de Bachelet como líder nacional, pero, por el otro, limitó su capacidad para obtener la aprobación de legislación que produjera cambios efectivos. En última instancia, la Concertación, y no la Presidenta, fue vista como responsable por la falta de acción.